Mi nombre es Graciela, soy mamá de Sergio de 7 años. Comencé a buscarle un deporte que a él le guste y que disfrute, porque quería que se mueva y porque estaba un poco excedido de peso.

A Sergio terminó encantándole, todo gracias  a Uds. Hoy en día tiene otro ritmo de vida, dejó de ser tímido, está mas suelto, y hasta mejoró en el colegio a la hora de relacionarse con sus compañeros.

Sergio va a las clases muy contento y nunca quiere faltar. Me gusta mucho el ambiente, estoy súper contenta con los profes y me encanta ver crecer a mi hijo.

Es increíble el trabajo que hicieron con mi hijo Valentín. Valen no solo cambió su actitud, sino que creció como persona, mejoró su estado físico y hasta tuvo su primer torneo donde se lució con otros chicos.

Hace poquito cambió de cinturón (ahora es cinto amarillo- punta verde) y está super orgulloso. ¡Por si fuera poco ahora se viene un torneo y nunca vi a mi hijo tan emocionado!

Estoy muy agradecida por la dedicación del Sabonim Enrique y el Sabon Sebastían.

Son muy profesionales, las clases son muy interesantes, se aprende mucho, lo recomiendo cien por cien, no te vas a arrepentir!!!

Cuando fui a mi primera clase y vi las cosas que podían hacer mis compañeros, pensé que nunca podría lograr hacer lo mismo. Sin embargo, Enrique siempre fue muy paciente conmigo, y hasta adaptó sus clases a lo que yo necesitaba para que me sienta más cómoda.

Él siempre trata de conocer bien a sus alumnos para descubrir sus dificultades y su potencial. Las clases son muy interactivas, siempre veo que los chicos se preocupan por el crecimiento de todos en el grupo.

Una frase que siempre dice Enrique, es que el Taekwon-Do es mucho más que solo pegar patadas y la verdad es que coincido con él y me siento muy bien. No me veo nunca más sin esto.

Me inicié en el Taekwon-Do a los 17 años. Al principio no tuve tanta pasión por el deporte, ya que mi profesor inicial tenía un modo de enseñar no muy acorde a mi.

Posteriormente tuve una lesión y no tenía muchas ganas de volver, pero me recomendaron a Enrique y desde allí mi experiencia fue totalmente diferente que al principio.

Me dio a conocer lo que implica ser un practicante de Taekwon-Do, tanto en el estilo de vida, como en la actitud hacia la misma y mis pares. Esta disciplina te ayuda mucho en la vida, tanto dentro como fuera del lugar de práctica.

Esta es una experiencia enorme y hasta hoy en día doy clases de Taekwon-Do. Quiero seguir creciendo y aplicándolo en mi vida diaria.